Un proyecto de arte creado para los niños.
Un proyecto de arte creado por los niños.
Por Rafael Castañer y Sisco Aubá.
ESTE TRABAJO FUE ENTREGADO A LOS NIÑOS AL FINAL DE ESTE SU ÚLTIMO CURSO DE PRIMARIA, CONVIRTIÉNDOSE EN EL DOCUMENTAL QUE ILUSTRA Y DESPIDE LA EXPERIENCIA DE HABER CAMINADO JUNTOS TODOS DURANTE SEIS AÑOS. ELLOS MISMOS SE FABRICARON SU FOTO DE GRUPO, SU RECUERDO DE FIN DE CURSO, UNA FOTO QUE CAMINA, RÍE Y HABLA.
http://vimeo.com/68697198
Antes:
La profesora Laura Cerdán,
quería ofrecer una actividad de plástica diferente, para sus alumnos de
sexto.
-Laura: “Son muy buenos, y he trabajado mucho con ellos el
dibujo, pero quiero que realicen un proyecto codo a codo con artistas reales,
aquí, en la escuela. Quiero decir…pues que casi todos los artistas a partir de
los cuales hemos trabajado o conocen, están muertos. Picaso, Tapies, Dalí,
etc..
Quiero que los niños compartan un proceso creativo, que
formen parte de el, pensar algo, y ha de
ser algo especial desde luego. A ver que se os ocurre.
Tanto a Sisco como a mi, este reto de Laura nos pareció un
estupendo regalo.
Teníamos que llegar a la escuela pública “Marinada” en Nou
Barris y plantarnos delante de veinte niños que no conocíamos , con un plan a
compartir, con una idea de como crear una obra conjunta y potente en tres
horas.
De entrada la idea del encargo a profesionales del arte nos
pareció más que acertada. ¿Quién si no va ha acercar a los niños esta
experiencia?
¿Por qué los artistas no son los responsables directos de
comunicar, explicar, dejar ver que significa ser artista y que es el arte?
Muy bien, pues en este gesto por parte de la escuela ya está
en marcha esa fórmula.
Pero, que es o quien es el artista?
En esencia un artista es alguien capaz de conectar de una
forma sensible y directa con sus propias emociones, con el mismo. Alguien capaz
de canalizarlas de una forma física y convertirlas en un objeto tangible, en un
discurso o huella que le permite, por una parte comprender o interpretar esas
emociones y por otra enviarlas como un mensaje, un mensaje construido
intuitivamente, enviarlas hacia los demás.
Este doble ejercicio, permite a los espectadores de la obra
ver desde ese lugar, sentir desde el “sitio donde está explicada la historia”.
Pero…..esa capacidad nos pertenece a todos los seres
humanos. Todos somos artistas?
Bueno, todos tenemos la posibilidad de escucharnos, de
escuchar como nos afecta lo que ocurre a nuestro alrededor, como se
permeabiliza nuestra piel y de que manera se comporta la química de nuestras
emociones. También tenemos la capacidad de dar salida de alguna forma a toda
esa información de alguna forma, la que sea.
Sentir-entender- comunicar- compartir.
Quizás la diferencia sólo esté en la forma. Un cocinero
pondrá su alma en la creación de un plato que desaparecerá en nuestra boca y
nos despertara sensaciones.
El artista plástico o el escultor, harán aparecer fuera de
su cuerpo una prolongación física de su pensamiento. Una obra única que quedará
abierta a nuestros ojos para que le preguntemos.
Quizás ese sea el gran premio, el único premio, tener ,
mejor dicho, ser una estructura celular compleja, dotada de un sistema nervioso
que nos permite percibir el universo, y percibirnos a nosotros mismos.
Abría que disfrutar y aprender a gestionar, manejar con
libertad y consciencia semejante regalo.
Ese es el trabajo de la escuela, el de los profesores, verdad? ¿Pregunto?
Bueno, llegados aquí nos plantamos el uno delante del otro
con Sisco, y comenzamos a preguntarnos como debería ser este proyecto, encargo
de Laura.
-Rafa: ¿Qué hacemos, que les ofrecemos? ¿Con que trabajamos?
-Sisco: bueno, yo creo que lo mejor que podemos hacer para
que nos reconozcan es reconocerles a ellos.
Creo que el contenido de lo que
hagamos tiene que estar conectado con estos niños íntimamente. La pregunta mas
importante es: ¿Qué está pasando en este momento de relevante para ellos?
-Sisco: Pues Rafa, es un sexto curso de primaria, es el
último año que compartirán, han compartido experiencias juntos desde muy
pequeños, caminaban juntos. A partir del año que viene dejarán la escuela, el
grupo se disolverá y cada uno se dirigirá hacia un destino individual, hacia un
lugar diferente.
Es un momento importante para ellos y es emocionalmente muy
potente. Yo creo que como adultos y como artistas debemos reconocerlo,
acompañarlos, darle forma y convertirlo en la materia con la que trabajarán.
-Rafa: Ellos son la materia de su trabajo, ellos serán
artistas durante la actividad! Siii, me gusta.
-Sisco: yo creo que es la clave, es un buen enfoque, vivir
algo para entenderlo es mejor que escuchar sobre ello.
-Rafa: les pediremos que se dibujen unos a otros a tamaño
real y caminando como si fueran una sola persona, un único cuerpo. Es muy
diferente dibujar a un desconocido que dibujar a alguien que conoces, un
compañero que has visto día a día durante años. Alguien a quien has
interiorizado. Seguro que son capaces de sacar fuera toda esa información si
les ayudamos y después es reconocible.
Sería estupendo montar una película de dibujos con todos los
retratos y darles movimiento, que ese único cuerpo se mueva en el espacio como
metáfora de estos años juntos y que cada imagen congelada sea un recuerdo
fabricado por ellos.
No deja de ser un documental del curso producido por los
propios niños en un formato un poco diferente, desde luego especial, a Laura le
gustará.
-Sisco: vale, hagámoslo!
Durante:
La frontera entre alumnos, profesores, artistas se difuminó
y la actividad quedó en el centro como una realidad conjunta.
La carga de lo correcto o lo incorrecto desapareció y el
ejercicio fluyó sin conflicto de ningún tipo. No dimos lugar al error como
posibilidad y a la vez ofrecimos apoyo técnico o juicio a quien nos lo pidió.
Los niño se miraron unos a otros, el tiempo se detuvo
delante de la imagen del otro y cada mirada condensó el instante hasta hacerlo
objeto exterior. Dibujaron de una forma real, honesta, potente, mas allá de la
capacidad de representación de cada uno.
Después:
¿Por qué un trabajo de sexto de primaria no puede ser una
obra de arte potente y verdadera?
¿Por qué el arte no lo enseñan los artistas, en cualquier
nivel?
¿Por qué la realidad emocional de un niño de doce años no
puede ser el guion, el centro de una pieza? ¿Esa realidad reconocida, compartida,
puede convertirse en el eje mismo del aprendizaje practico y teórico de las
materias?
¿Puede la escuela enseñar, desde las mismas cosas que pasan
en la escuela?
Este trabajo intenta responder a todas estas preguntas. Y es
una forma personal nuestra de seguir buscando mas preguntas.
Hacer preguntas es divertido.